Tu presencia

Esta noche te escribo a ti...
Hoy las letras tienen tu nombre,
Tu aroma y tu sentir me saludan,
Se han alojado en mi mente.

Me has inspirado a dedicarte unas letras,
Algunas palabras y palabras,
Acompañadas de comas y puntos,
Porque siento que te quiero.

Solo es cuestión de tiempo,
Para que te sientas amado,
Para que tu mundo se transforme,
En un hermoso paraíso.

Deja que te peine el alma.
El viento te ha envuelto entre nubes,
Te ha refrescado con la llovizna,
Te ha preparada el camino hacía la noche.

Ahora que el sol se ha ocultado,
El final se presenta como aliado.
Fiel para los amores,
Para dedicarnos el paisaje perfecto.  

Mantengo en silencio tu nombre,
Juego a los milagros inesperados,
A las pasiones involuntarias...
Tu presencia es muda por un beso.

Eres un milagro

Te he visto cada noche.
El viento ha tejido mis pensamientos,
La luna ha guiado mis sentimientos
Y tú me has seducido con tus ideas.

Me has peinado el alma.
Me has sanado el cuerpo,
Tu voz me ha dormido cada noche.
Despierto recostada en tu pecho.

Siento que una vida no es suficiente.
He deseado amarte sin razones,
Sin desconsuelos ni perturbaciones.
Espero sin esperar y sueño sin soñar.

Tu amor ha sido un milagro,
Como una rosa, como una revolución...
Soy feliz de quererte, de tenerte.
Eres una luz que no resisto.

Vuela alto

Sin desearte te encontré sentado junto a mi.
Mi corazón quiso quererte infinitamente,
Pero tu ser me ha quitado de tu camino.

Me gustaba pasar mis dedos entre tu cabello,
Me alegraba que recostarás tu cabeza en mi.
Me atraía tu cuerpo y tu pensar.

Hoy solo te veo como alguien ajeno,
un desconocido como siempre ha sido.
Hemos sido tan libres como las mariposas.

Me he despedido sin agotar mi mente.
Tú te has ido sin misterio alguno.
Yo me quedo aquí esperando la luna llena.

Vuela cada vez más alto, sin miedo y con pasión.
A mi me queda tu amor y tu sentir.
Nos despedimos sin ganar ni perder nada.

Me despido de ti

Hay amores que matan, pero el tuyo me ha condenado.
Sí, pensé en ti desde el alma y me equivoqué.
Tu amor mata un poco más que el veneno.
Un poco más que la agonía…

Ni pensarías que me has condenado...
Ni siquiera sabes que te pienso o que te recuerdo.
Me voy sin ti, tu amor se ha adentrado
y por ello me duelen mis instintos.

He paseado por el mar muerto sin estar muerta.
He buscado en las sombras tus secretos.
Misterios que ahora son parte de la vida,
Y así te vas… Mientras me evaporo de tu memoria.

Y te vas sin salvarme.
Me quedas tú cubriendome del sol,
Yo besando tu cuello y el viento refrescando nuestros besos.
Perdimos todo sin perderlo, solo te digo adiós.

Tu puerto

Amarte tiene su ciencia... Desembarqué en ti el día en que mi barca buscaba un puerto y te encontré. Me has servido de referencia y en mi bitacora aparece tu nombre.

En mi estancia, conocí todas tus bahías y penínsulas. Observé el aterizaje de las gaviotas y el salto de los peces. Saborie todas las miles y me reflejé en todos tus lagos. Algunas veces confundía el cielo con tu oceáno, pero todo me invitó a amarte.

Contemplé el ocaso y me recostaba en tu piel para ver las estrellas. Siempre volví a ti, de día o de noche, todo solo para regresar a ti y quererte. Pues amarte es una forma de conocimiento.

Sueño frágil

Te convertiste en un sueño.
Sí, en un sueño frágil.
Con quiebres y fisuras.
En algo que no esperaba.

Recuerdo el tomar tu mano,
Abrazar tus brazos...
En mi memoria queda tu querer,
Lo que sentí por ti.

Nuestros labios hablaban,
Sí, con cada beso siempre.
Las palabras sobraban,
Y así pintamos el cielo.

Aún así, llenaste mi corazón.
Lo convertiste en un hogar.
Se llenó de mariposas
Y de pétalos de rosas.

Te sigo amando

Esperé al viento,

para confesarte entre susurros, 

que te quiero 

y te extraño. 

Me he unido a su canto, 

desde el día de tu partida.
En su va y ven,
Te he cantado cada día.

Espero entiendas mis mensajes.
Pues te he amado sin medida,
sin cautela y sin límites.
Te sigo amando sin razón.

Sí mis labios,
sin expresar palabra alguna,
no pueden decirte que te amo.
Mi respiración lo hace

Tu luz

Enamórame con la luz de tu mirada, con el resplandor de tu sonrisa y con tu alma sincera.

No calles lo que sientes, condenarías tu ser y nuestro amor.

Solo espero que le hagas caso a tus instintos, como animal que eres.

He pintado el cielo con palabras que forman versos.

Quiero que observes la infinitud y lo interpretes en lo que siento por ti.

Todo es porque has alumbrado mi corazón y te ha dado la bienvenida.