domingo, 23 de agosto de 2015
Bienvenido...
Descubrí el ser que habita en tu corazón,
En el día de Todos los Santos.
La luna reflejaba al conejo,
Y las estrellas le acompañaban.
Fue una sensación que invadió mi ser,
Me sentí indefensa... Descubierta...
Me reflejaba en tu mirada,
Y hacía el horizonte, solo tú estabas.
Ese día, el amor floreció.
Se enraizó en mi cuerpo.
Reflejó las ramas en mis brazos,
Y los frutos se dan en cada abrazo.
Nos conocimos de manera íntima.
Me presenté ante ti desnuda.
Todo había sido revelado sin censura,
Y besé tus labios con pasión.
Nuestros cuerpos se saludaron,
Sin pronunciar palabra alguna.
Mi piel te daba la bienvenida,
Y con tus caricias aceptaba tu entrada.
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