martes, 29 de abril de 2014

Veneno


Me he recordado de ti, de cómo has habitado a lo largo del tiempo en ese frasco negro, viejo y con manchas causadas por el mismo tiempo. Me preguntó porqué lo has hecho, cuáles han sido tus motivos pero no he logrado establecer una respuesta correcta.

Supongo que vivir en un frasco no ha de ser bonito, ver todo a través del vidrio negro te quita los colores que tiene la vida y que las manchas tal vez no te dejan ver una imagen completa. No sé que te ha gustado de ser un líquido con aroma rancio y tener un tono cafe.

Pero hoy, a pesar no haber respondido a todas mis preguntas, te utilizaré. Vaciaré tu ser líquido en mi bebida favorita y me llevaras por ese viaje tan inevitable. Ese viaje que tarde o temprano llega a la vida de cada ser humano y me ayudarás a volar.

Has pasado tanto tiempo encerrado, que te permitiré recorrer todo mi cuerpo y si quieres ir de prisa, puedes hacerlo. No tengo alguna presión para iniciar tarde o temprano el viaje. Solamente te pido, que cuando lo hagas no me lastimes, que me permitas cerrar mis ojos como si estuviera durmiendo y sonreírle al alba.

Pintura de: Miguel Ángel Campano, 1982.


Latidos de corazón


Hoy mi corazón estaba en la esquina del parque esperando por ti, como usualmente lo hace al atardecer. Estaba desde medio día, asombrado de perder su sombra, de no encontrarla pero deseando verte y saber de ti.

Llegó el ocaso y nunca apareciste, me habías dado las gracias por amarte la anoche anterior. Mi corazón se fue, no podía esperar más. Me encontró a la vuelta de la cuadra y volvió a ser feliz. Supo que me hacía falta y quiso que yo le guardara.


Ahora puedo volver a sentir y sobretodo sentir sus latidos.  


viernes, 25 de abril de 2014

Melancolía


Mírame así como me miras cada vez que intentas consolar mi corazón y decirme sin un te quiero, te quiero. Regala lo que solamente tu puedes darme y endulza mi oído cuando te acerques a mi. Pasa por mi ojo izquierdo el tren que vi desde el carro cuando te conocí y en mi ojo derecho deja dos lirios amarillos.

Recuéstate sobre mi hombro y cubre tu rostro con mi cabello. Piensa que es una cascada en primavera y que te cubre de los rayos del sol. Intenta dormir y sueña aquel día iluminado, con el campo verde y tu recostado en la grama. Viaja a ese día y vuelve a sentir la ausencia cuando te viste solo.


Yo solamente te observaré e intentaré descifrar tu ser. No te escondas dentro de ti sino sería complicado encontrarte y tal vez me quede con tu imagen de melancolía.  Sí quieres volverme a encontrar, ya sabes donde encontrarme, junto a la escalera de madera, recostada en la pared amarillo ocre. 


Caprichos

Te contaría una historia hermosa, una historia que te haría llorar o que te pondría a pensar en la naturaleza. Supongo que pensarías en lo bello que es admirar el cielo a medio día. Algunas veces es un cielo celeste, claro, sin nubes o un cielo con nubes blancas, esparcidas como espuma. Otras veces un cielo que es gris, lleno de nubes grandes y que anuncian un día frío o de lluvia.

Mirarías con amor todas las flores, te gustaría traerlas hacía ti y guardar en tu memoria el aroma de cada una. Te imagino agarrando cada pétalo y guardándolo en la bolsa que llevas siempre junto a ti. Tal vez sería tu forma de acercarte cada día a tu amor, aunque los pétalos se marchiten con el tiempo.


Pero no puedo contarte una historia que te haga sentir lo que pienso puedas sentir. Hoy mi imaginación solamente está para contarte una historia que te hará desear quitarme el vestido con arte. Pero te pido que no te enamores, tendrías que marcharte con todo y alma y eso sería una gran pena. Hay caprichos que el momento no puedo suplir y que no estoy dispuesta a cumplir.  


Amante disctreta

Quisiera que el sol se ocultara al anochecer y que la luna iluminara el día, pero no es posible.

Me he acostumbrado a que la luna levente mi falda y a ver los árboles dormir por la noche.

El sol no se da cuenta de nada porque duerme a las siete y aunque le cuente, no me escucha.

Me cuesta ser una amante discreta, pero es común que viaje cada mañana sin la luna.

He decidido hacerle caso a mi instinto y me olvido de lo que deseo a escondidas de ambos. 




lunes, 14 de abril de 2014

El sabor de amor

Hoy reflexioné sobre los amores de la vida (sí así lo quieres ver) y casi siempre, cuando amamos a alguien y la dejas de amar, aparece otra persona más y la amas.

Es un amor diferente que te hace bien y que te deja crecer. Cuando pasas el límite anterior tu amor se vuelve nuevo, distinto y le amas tanto como has pensado nunca llegar a sentirlo. Tu corazón late, te sientes feliz junto a esa persona.

No hay más que necesites o que desees, solamente quieres escuchar su voz, que te bese la frente, abrazarle y que la mayoría de suspiros se deban por pensarle. Mirar el mundo a través de sus ojos, sentir a través de su sentir y dejarte llevar por lo único que sientes.

Abrés tu corazón hacía al amor y realmente amas de manera diferente, sientes y te siente diferente. Nunca te habías sentido así. Qué pasa, por algún motivo, razón, discusión o momento se dejan. Algunas veces hay un abrazo de despedida y otras veces no. Luego de un tiempo te sientes bien y en un contexto diferente vuelves a amar.

Qué pasa me preguntó, supongo que al abrir tu corazón, al dejar descubierto tu ser te conviertes en alguien nuevo y eso te gusta. Creces como persona a nivel de pareja, te conoces, le conoces y te sienta bien. La vida, sus colores, sus aromas y sus sabores..


El amor tiene sabores, colores, olores y momentos. No hay solamente un amor ni un amor finito...

En está ocasión, en este momento decidí amarte, quererte y encontrarme contigo. Toma mi mano y caminemos. Duramente el camino encontraremos el sabor de este amor y posiblemente el aroma que nos ha atraído ahora.