Mírame así como me miras cada vez que
intentas consolar mi corazón y decirme sin un te quiero, te quiero.
Regala lo que solamente tu puedes darme y endulza mi oído cuando te
acerques a mi. Pasa por mi ojo izquierdo el tren que vi desde el
carro cuando te conocí y en mi ojo derecho deja dos lirios
amarillos.
Recuéstate sobre mi hombro y cubre tu
rostro con mi cabello. Piensa que es una cascada en primavera y que
te cubre de los rayos del sol. Intenta dormir y sueña aquel día
iluminado, con el campo verde y tu recostado en la grama. Viaja a
ese día y vuelve a sentir la ausencia cuando te viste solo.
Yo solamente te observaré e intentaré
descifrar tu ser. No te escondas dentro de ti sino sería complicado
encontrarte y tal vez me quede con tu imagen de melancolía. Sí quieres volverme a encontrar, ya sabes donde encontrarme, junto a la escalera de madera, recostada en la pared amarillo ocre.
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