Hoy reflexioné sobre los amores de la
vida (sí así lo quieres ver) y casi siempre, cuando amamos a
alguien y la dejas de amar, aparece otra persona más y la amas.
Es un amor diferente que te hace bien y
que te deja crecer. Cuando pasas el límite anterior tu amor se
vuelve nuevo, distinto y le amas tanto como has pensado nunca llegar
a sentirlo. Tu corazón late, te sientes feliz junto a esa persona.
No hay más que necesites o que desees,
solamente quieres escuchar su voz, que te bese la frente, abrazarle y
que la mayoría de suspiros se deban por pensarle. Mirar el mundo a
través de sus ojos, sentir a través de su sentir y dejarte llevar
por lo único que sientes.
Abrés tu corazón hacía al amor y
realmente amas de manera diferente, sientes y te siente diferente.
Nunca te habías sentido así. Qué pasa, por algún motivo, razón,
discusión o momento se dejan. Algunas veces hay un abrazo de
despedida y otras veces no. Luego de un tiempo te sientes bien y en
un contexto diferente vuelves a amar.
Qué pasa me preguntó, supongo que al
abrir tu corazón, al dejar descubierto tu ser te conviertes en
alguien nuevo y eso te gusta. Creces como persona a nivel de pareja,
te conoces, le conoces y te sienta bien. La vida, sus colores, sus
aromas y sus sabores..
El amor tiene sabores, colores, olores
y momentos. No hay solamente un amor ni un amor finito...
En está ocasión, en este momento decidí amarte, quererte y encontrarme contigo. Toma mi mano y caminemos. Duramente el camino encontraremos el sabor de este amor y posiblemente el aroma que nos ha atraído ahora.
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