Solía reflejarme en el agua del río
Aquel cercano a la montaña
A la más alta, a la más verde,
A la que tocaba las nubes en la cima.
Iba todos los días, de mañana
De tarde y a veces de noche.
Me sentía segura en ir, en encontrarme,
Viéndome a mi misma con ternura.
Sentí que volaba cuando caminaba hacia ella,
Cuando mi ser se encontraba jugando,
Imaginando, escuchando y riendo.
Fui feliz junto a las luciérnagas.
Así eran mis vistas, mis momentos,
Pegados a la vida, a la lucha
A lo imposible y lo indefinido.
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