Sabes que pasa ahora,
me enamore de ti. De tu ser, de lo que me regalas cada día, cada
amanecer, cada noche, de todo eso me enamore. Cada vez que despierto
y veo como los rayos del sol entran a través de mi ventana para
saludarme y decirme buenos días. Ahí es donde te veo y te siento
también. Siempre estás ahí, no importa si este de mal humor o no,
ahí estás y me das todo lo que necesito siempre. Tu silencio a
veces me fascina, me encanta y otras veces me preocupa. Pero aún así
logras despertar mi interés, me siento feliz contigo a pesar de que
no sepa qué será de nosotras en el futuro. Me he acostumbrado a
estar en el presente, sin desear más, sin querer más, sólo quiero
que tu estés conmigo el tiempo que sea necesario. Deja que me
maraville de todo lo hermoso que hay en la naturaleza y en los
animales.
A veces por la mañana,
cuando ya me has despertado con un cálido buenos días, observo
desde el balcón a las aves que vuelan en la mañana, dejando por un
rato sus nidos para regalarnos un sonido que endulza al oído. El
cielo muchas veces está despejado y me regala paz. Respiro
profundamente y me siento bien, me das serenidad y calma. Casi
siempre es así como me doy cuenta de lo bella que eres, de lo
magnifica que resultas para mi corazón y para mi vivir.
Durante el día no
siempre te pienso porque me mantengo ocupada, trabajando al igual que
tu. Nuestros oficios no nos alejan, es más bien la manera en como
nos relacionamos siempre. Nunca me ha parecido aburrido estar
contigo, el tiempo es valioso y compartido mucho más. En cada
detalle te lograría ver si me fijara en todos los presentes que
tienes para mi. Nunca te cansas de darme tantas cosas bellas, que es
así como entiendo que el amor trata sobre eso, en el dar sin recibir
nada ni tampoco esperar algo. Es el mejor ejemplo que me has dado y
así es como llego a amarte tanto y amar todo lo que hago.
Al final del día, por
la noche me sigues llenando de muchos sentimientos bonitos que han
alegrado siempre a mi corazón. No importa que tan cansado fue el
día, si me sentía mal o triste, en la noche me das un hogar en
donde pueda estar. Acompañada de la luna casi siempre, quien vigila
por mi y te cuenta cuando ando bien o mal. Me quedo dormida, mientras
cuentas un cuento... A la mañana siguiente, todo sigue igual de
tierno para mi. Te amo tanto vida, sé cuando sea la hora de la
muerte estaré tan feliz porque te aprecié tanto como tu me
apreciaste.
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