miércoles, 31 de julio de 2013

Amor y libros

Y con libros la enamoro, cada día que se veían un libro le leía, una historia nueva le contaba. Le gustaba el tono de su voz, la calidez que sentía estando junto a él. No importaba que tan largo fuera el cuento, cuántas páginas tuviera el libro, cada tarde, cada noche que se juntaban él le leía un libro a ella o parte del libro, pero así fue como le empezó a gustar la literatura, los cuentos, las fábulas, los libros antiguos que nunca había visto antes. Se había enamorado de su voz, de las historias que escucha, de la sensualidad de las palabras.  Le fascinaban las pausas que hacía cada vez que encontraba una coma o un punto en la lectura, era como si terminara de saborear las palabras.

Al principio él no sabía que ella no podía leer, siempre intentaba que leyera un párrafo de cualquier capítulo, de cualquier parte del libro pero ella tiraba el libro y lo besaba. Hacían el amor cada tarde, cada noche después de ella haberle escuchado y cuando ella sentía que era suficiente para su saber. Le encantaba ver los ojos del chico, esos ojos azules que imitaban el tono del cielo despejado, que le daban paz y que la adentraban a lo inimaginable, a sus deseos internos. Observaba como los ojos de él seguían las palabras que encontraba en su lectura, como se movían sus labios rosados, delgados y largos. También le gustaban las manos del chico, cómo sostenía el libro con las dos manos y a veces solo con una mano mientras la otra estaba sobre la espalda de ella, acariciándola y acercándose más a ella. El chico no trabajaba, estudiaba y por eso sus manos eran finas y delicadas, como si estuvieran cubiertas por un guante de seda.

De vez en cuando su rostro se iluminaba cuando la miraba a ella, tan entretenida escuchándole, viéndole a él, deseando sus labios, deseando un beso, una caricia, deseando hacer el amor. El lenguaje de su cuerpo decía más que sus palabras, sus manos queriendo jugar con el pelo de él, sus piernas rozando las piernas de él, todo era muy sugestivo, todo había iniciado por el gusto de escucharle.

Ella se miraba como una mujer dura, como una mujer implacable, fuerte, nada amable, nada vanidosa. Era bella, a pesar de su edad tenía la piel bien conservada, se veía joven, quizás de unos diez años menos. Nunca la vi maquillada, con los ojos delineados o la boca pintada. Nunca la vi utilizando ropa atractiva siempre era con el uniforme de su trabajo, con el saco y la falda gris.  Era bello verla sonreír, tenía una sonrisa suave que invitaba a escucharla, a saber de ella y a interesarse en ella. Cuando sus ojos se miraban brillantes, simulaban un gesto de ternura, algo que no era común en ella. Parecía ser tierno con él, parecía ser cariñosa con él, como si fuera al hombre que amaba y que quería para toda la vida.

Nunca dejo que él tuviera la iniciativa, siempre controló ella todas las situaciones, todos los encuentros amorosos en su casa. Ya fuera en la calle o dentro de la casa, no dejó que le tocara la mano o que la besara sin ella saberlo. Tenía que recordarle su edad todas las veces que se veían, no podía andar de arriba para abajo como andaba él siempre que salían. No importaba la diferencia de edad, era una bonita pareja, se escuchaban y se consolaban. Me gustaba verlos juntos cada tarde o cada noche. Siempre fue como ella quería, algunas veces vi cuando él le sonreía de manera discreta para decirle sin palabras lo tanto que la amaba. Él solamente tenía quince años, empezaba una vida, no sabía que quería de la vida y qué sería su futuro. De lo que estaba seguro es que iniciaba una relación por el gusto de hacerlo, no tenía ninguna obligación para con ella.


Yo lo conocí a él estando con ella, estaban en el café de la esquina de mi casa. Todos los días se sentaban en la misma mesa, pedían lo mismo siempre. Un café con leche para cada uno y charlaban tanto que me gustaba verlos y de vez en cuando, tratar de escucharles, se agradaban juntos y me ilusionaba estar con alguien así como él, lo admiraba y lo quería para mí también. Me imaginaba agarrada de la mano con él, viajando todos los días, durmiendo junto a él, me empezaba a gustar más de la cuenta, más de lo que yo pudiera controlar. Supongo que no es fácil esconder el amor que uno siente por alguien, pues recordar a cada momento a esa persona florece una sonrisa pícara en el rostro, una sonrisa que motiva a contar la historia para uno.






lunes, 29 de julio de 2013

Mi hija Luna

La vida es hermosamente feliz cuando tú no estás en ella.... Eso fue lo que le dijo Rebeca a Federico. No es que no te quiera, sino que sencillamente me enamoré de ella, de la persona quien habita ahora mi casa. No la conoces y espero que no lo hagas, tendría que cambiarle después el color de su cabello y no quiero eso, me gusta el color de su pelo. Es un tono parecido al color de la zanahoria, cuando la veo pienso que me como una zanahoria y quedo hipnotizada, así que por favor no pases más allá de la sala y de la puerta que te saca a la calle, por favor. Imagina que no tenga ese color, cómo podría dejarle de pensar, no es posible, no es justo para ella. La quiero tanto que no quiero que nos separemos ahora, llevamos poco tiempo juntas, quizás tres meses. Tampoco llevo la cuenta del tiempo porque no se me hace necesario, he estado muy cómoda con ella y eso es lo que hago todos los días. Le digo buenos días mi amor, le doy un beso en la boca y luego en la frente. Ella sigue durmiendo mientras salgo a caminar por el parque del condominio, regreso a la casa, hago el desayuno, como y luego subo a bañarme... Le contemplo un poco mientras sigue durmiendo, termino de bañarme. Usualmente no canto mientras me ducho, pero aún si cantara ella no se despertaría, seguiría durmiendo. Me parece interesante como logra dormir tanto y tan profundo. Yo duermo bien pero siempre me levanto temprano, ella es quien me invita a dormir un poco más, la abrazo y me quedo dormida quizás una hora más. No puedo dormir más de una hora, siento extraño pero a ella no le atormenta. Sabe lo que yo siento por ella. Me voy de la casa a trabajar y una hora después ella se despierta y hace lo mismo que yo hace para luego irse a su trabajo.

En las noches nos ponemos a ver las estrellas juntas, una vez me escribió una canción así. Me sentía muy contenta, mi corazón se inflaba cuando le escuche cantar, me hizo recordar a una ardilla que observé cuando estaba en la casa de campo de Rafael y que también me sentía muy feliz cuando vi a la ardilla. No había visto nunca una ardilla tan bonita, su cola de color gris, larga, peludo, parecía a un peluche que venden en la paca, despeinados y algo alborotado, como si al lavarlo lo hicieron mal. Esa es la apariencia que tiene el pelo que cubre a la ardilla. Pero bueno, eso no te interesa. Si espero que te interese saber que estoy bien y que todo marche de maravilla. Aunque tenga problemas.Tengo que resolver cómo pagar la tarjeta de crédito, la volví a topar pero ahora no tengo el dinero suficiente para pagarle y tengo que ir al banco para tratar de resolverlo en lo que consigo el dinero o busco otro trabajo. No sé qué haré, pero tú ya sabes como soy con las preocupaciones.

Le amo tanto, no sabría decirte cómo la llegue a querer en la manera en como la quiero ahora. Es como cuando cruzas la calle, sabes que lo tienes que hacer pero tienes que esperar que el semáforo este en rojo para que puedas cruzar la calle. Ahora me imagino muchas cosas y actividades estando con ella, siempre le digo que tratemos de hacer todo lo que podamos hacer juntas y si no se puede, pues no hay problema. Yo necesito mi espacio y también lo sabe, es cierto algunas veces pienso que el color del cielo brilla tanto por ella. Eso es lo que siento cuando me veo enamorada de ella. Mira las estrellas de ahora, así es como siento que brillan por ella, como si sintiera que volara y que mi cabeza podría explotar. Suena un poco exagerado pero es cierto, tan bonito el amor.

Muchas gracias Federico por la visita, ten el dinero que te debo por el préstamo que me hiciste para comprar la casa. Dentro de cinco meses nacerá Luna, nuestra hija. Que feliz me siento, eso de tener la etapa de embarazo es bonito experimentarla. Tienes tantos antojos que pasas comiendo todo el día, yo no hacía eso antes. Pero ahora disfruto mucho de lo que como, me fascina el chocolate... Quisiera que todo lo que coma tuviera chocolate, pero no todo sabe bien con chocolate. Hice una ensalada de lechuga romana con fresas y le puse chocolate, las fresas y el chocolate si combinan bien pero la lechuga y el chocolate, no sabe bien. Me costó tirar la ensalada a la basura por el chocolate, pero lo hice, tenía vasca pero me tome una pastilla y al rato me sentía bien. Lástima que tú no puedes pasar por esa etapa, te gustaría mucho sobre todo por la comida. Si quieres cuando tenga un antojo te llamo y así me acompañas a comer, tuve que dejar de fumar el por el embarazo, tal vez sea por eso que siento tan placentera la comida. Si tengo que confesarte algo, lo que me costó un montón y hasta me ponía de mal humor pensar en ello, fue haber dejado el alcohol. No sé si es cierto que hace mal o no durante el embarazo, pero quiero que Luna sea una niña sana y es por eso que me cuido tanto. Tal vez sí pasarás más tiempo conmigo te pegaría la sensación te tener antojos y comeríamos juntos o bueno, tendría más tiempos de comida durante el día. Pero piénsalo, podría ser una posibilidad. También en los bancos, restaurantes, parqueos o en las instituciones del Estado te dan un trato especial, no tengo que hacer cola, me atienden luego y siempre consigo donde dejar el carro en cualquier lado, inclusive si el lugar está muy lleno. Solamente llevo tres meses pero ya se nota mi panza de embarazo y es por ello que tengo más beneficios. Una vez en el bus, como diez personas me ofrecieron su asiento para yo sentarme. Sé que no debería de pensar tanto en los beneficios, porque es probable que después de que Luna nazca, me vuelva a embarazar pero daría en adopción al niño que naciera. Suena mal, pero es cierto. Me gustaría regresar a Dinamarca, allá conocí a Estaban, mi primer novio. Fui feliz queriéndole y me está esperando, tal vez regrese aunque no estoy segura.


Pero bueno, que tengas un lindo viaje y me llamas cuando regreses a la casa. Así te tengo la foto que tomaron de Luna dentro de mí. Te darías cuenta de lo bella que es, sin ninguna excusa. Date cuenta de lo que te estoy diciendo, no quiero que pienses que no te involucro a mi vida. Hasta luego. 




domingo, 28 de julio de 2013

Grecia


Así es como Grecia encuentra su paz en la noche, cuando alza la vista y ve hacia las nubes. Las nubes bailan al compás del viento, hay dos diferentes tipos de nubes las que el viento lleva hacía el norte porque son las que cubren el cielo para que la lluvia caiga y moje las calles. Están también las nubes que están arriba de las que se mueven, éstas también giran con la tierra pero se mantienen en un movimiento relativo y son compañeras de la luna. Algunas veces pienso que ella se fue volando con el horizonte, encontró en su camino aquella luz que se mueve de manera artificial, se fue, naufragó sin sentido y se perdió. No la volví a ver después de esa noche, yo también en algún momento del tiempo me perdí. Me descubrí en medio de la grama, con la hojas sobre mi, cubrían mi cabeza, mi pelo tenía ramas de esa planta al día siguiente. Me había convertido en una ser de la naturaleza probablemente, no tenía cabeza y aún así logré caminar. Regresé a mi punto inicial, con las zapatillas que recién había comprado, las que encontré de color rosado. No estaban muy sucias, solamente tenían la marca de la tierra, el lodo que se hace con la lluvia, que puede ser viscoso o solamente un charco y que mancha. Había llegado a la conclusión que nunca me quité las zapatillas, no había caminado descalza, no como lo había hecho Grecia. Ella se fue así, sin zapatos, no tenía calcetas ni medias, sus pies están desnudos y así fue como al sentir la tierra se adentraba más.

Esa noche la perdí, perdí a Grecia, la perdí a ella. No regresó, no le volví a hablar jamás. Me sentía mal por no haberle salvado, por no llevarla de regreso a su casa, por no llevarle de regreso a mi. No pude hacer nada, es como cuando uno siente que el corazón late. El corazón no puede dejar de latir, el corazón no para al menos que me muera. Así es como el corazón me cortaría la vida, me cortaría la respiración, cortaría mi estancia en la tierra, me alejaría de la realidad que vivo día a día. No puedo hacer eso así como aquella noche no pude salvarla. Antes de aquella noche intenté rescatar el alma, pero quien le puede salvar el alma inexistente a alguien. Ni siquiera creo que tenga un alma en mi eso se lo dejo a los religiosos, a los que creen en algo. Aún así pensé en esa manera, en salvarle el alma a Grecia, en llevarla junto a mi y regresar juntas a la orilla del bosque. Pero tristemente y para mi lamento, no fue así.

Algunas veces regreso ahí y respiro, profundamente, pienso, me descubro a mi misma en silencio, escuchando las voces de mi interior, escuchando las voces de los árboles, de las hojas, esa voz que se escucha cuando la mente queda en blanco, cuando es un lienzo listo para pintar. Así escuché también una voz diferente, a lo lejos. Pensé que era Grecia intentando comunicarse conmigo, intentando hacer contacto con alguien real, no con un dibujo, no con una estrella, sino con un ser humano idéntico a ella. Aún así no le comprendí, hablaba pero no entendía nada. Pensé que no hablaba español, que lo había olvidado... Pero sí, era español pues recuerdo palabras vagas y aún así, intentando descifrar lo que me decía no encontré el mensaje, tal vez me hizo falta encontrarme a mi misma para poderle comprender, para poderle entender así como supongo ella lo hacía. Pasé varias noches esperando escuchar nuevamente su voz, pero no fue así. Solamente aquella vez y un mensaje que aún no logro entender o tal vez nunca existió y mi mente lo pensó así por la falta que me hacía, por lo brumoso de mis pensamientos.

Así fue como Grecia desapareció de mi vida, así fue como ella se convirtió en una con el horizonte, así fue como ella me dejó en la orilla esperándole. Aún con el paso del tiempo, no me olvido de ella. No me hizo infeliz, me sentí feliz queriéndome a mi misma, me sentí feliz por el amor que sentía por mi misma, me sentí feliz por dejarme cubrir por el viento de la noche, por dejarme iluminar por la luz de la luna, por dejarme ser como soy. Me sentí feliz viendo hacia el cielo, en cualquier momento me podía encontrar, sentada sí, en aquella silla que estaba junto a la pared. No pensé en más, cerré mi pasado y camine... Quisiera decir que sobre el futuro pero no era así, caminé, sí bastante... y seguiré caminando porque mi corazón late.






Poema 1

En un mundo surrealista, te prefiero idealista.
En donde mi amor sea complemento
y tu vida mi emoción.

Como hoy te miro, así te siento.
Tiernamente complaciente,
y vivamente tú.

Tu piel, al igual que la mía
sienten en la misma guía.
Hoy tú me llevas,
mañana me toca a mí.

No espero tu compresión,
pues quiero amarte.
Más que entenderte
Quiero percibirte así como eres.

La lucha con tu amor
no termina ni hoy ni mañana.
Pues más que la emoción,
es la alegría de ser tuya.

En un mundo tan social,
eres compañía.
Como el lo es de la luna,
en su eterna amistad.

No te pido un momento,
pues mi vida es tuya.
No como un lamento,
sino como una esperanza.

Al momento de la revolución,
tu corazón está conmigo.
Tú como ángel
y yo como guía. 




sábado, 27 de julio de 2013

Si supieras...

Si supieras lo hermoso, lo bello que es el mundo, lo grandioso que es vivir cada momento de la vida con la mirada humedecida por lo magnifico que es, sentirías lo mismo que yo siento. Ver hacia el sol, encontrarle formas a las nubes que parecen de algodón, es una actividad tan bonita que puede aliviarte por algún momento. Siento tanto en mi corazón que es por ello que sonrío, que me alegro por la vida, que disfruto lo que tengo y que me llena cada día cuando sale el sol. No pensaría en algo más asombroso que sentirse así y estar bien con una misma. El silencio mismo es testigo de ello, de los amaneceres cubierto por las estrellas que bailan junto al tiempo que se las lleva para un día más en la Tierra, de la luna que se despide sin gesto alguno y de la oscuridad que saluda cariñosamente a la luz.

Quizás entenderías también que soñar no cuesta nada, solo te quita el tiempo que te sobra que a veces pierdes sin sentido pero que lo recuperas con el respiro. No hay amor como esta gloria en la tierra, como saber que el esfuerzo tiene su recompensa, como saber que la vida gira por si misma y que aún así nos regala muchas noches. No hay que buscar mucho, no hay que encontrar nada más que la felicidad misma, envuelta en el papel regalado por la sencillez, en el presente que da la ternura y la serenidad de quien lo quiere regalar. Simplemente el dejar que la libertad te cubra y guíe tu camino es disfrutar la vida. No cambiaría nada, no quisiera otro libro para escribir pues todo ha sido así, con locura o sin locura, he querido cada vez más mi vida. Mi aliento, mi ánimo, mi respiro en mi mismo cuerpo, mi propio ser. La magia, lo místico lo encuentro con lo bello que es el amor y que se manifiesta de manera material, un momento, una caricia, un beso, un abrazo, un querer y un te quiero.


Te contaría muchas historias que te harían feliz, que llenarían tu cabeza de mucha imaginación, de anécdotas casi irreales pero verdaderas. De aquellas historias que sólo en el cine ocurren o que se leen en los libros, las que te inflan el corazón con solo saberlas, que te hacen llorar de felicidad. Lo único que tienes que hacer es sentirte libre, sentirte querido, sentirte así como me siento ahora. Deja que la música invada tu ser, que el canto de los pájaros sean la melodía más deliciosa para tus oídos, que el olor de las rosas blancas el aroma de tu día y que la luna sea tu mejor compañía en la noche. Ama y déjate amar, quiérete y déjate querer, sonríe y date cuenta de quienes te sonríen, simplemente permítete ser quien eres. Sólo así nos encontraríamos en el mismo camino, el que nos llevaría al horizonte, a encontrarnos entre el mar y el cielo. Cuídate, no tengas miedo y nos vemos allá... Cruzaremos el arco iris con los zapatos de Matusalem, comeríamos las fresas de los árboles y caminaríamos entre las hojas secas que caen.  



miércoles, 24 de julio de 2013

A la luna...


Hola querida, hoy me regalaste felicidad, hoy me diste lo que siempre quisé. Me diste un corazón nuevo, lleno de flores en la caja azul que tanto me gusta. Que colocabas en la mesa de noche antes de que apareciera en tu vida como una persona especial. Aunque a veces te ocultes entre las nubes en la noche fría, yo sé que tú estás ahí, detrás de ella. Logro verte aún cuando soy ciega, logro sentirte aún cunado tenga quemaduras de tercer grado, logro soñarte aunque no duerma, aunque padezca de imnosomio. Vuelo entre las nubes, como las águilas, como las gazelas, como los flamingos, como las guacamayas... Así también logro verte siendo bella, siendo feliz, siendo mi compañia de noche, siendo mi testigo del día, siendo mi cuenta cuentos favorita, siendo mi dulzura y siendo mi ternura. Te veo como eres, te veo como lo quieres, te veo sencilla, llena de leche, esperando por tu gato, esperando el maullido que te avisa cuando aparecerá. Me alegra tenerte cerca de mi, eres la más querida para mi. Eres lo que necesito en la noche, lo que me quita el frío, eres quien me aleja de mis depresiones, me alejas de lo malo de la vida, me alejas de lo triste de la vida, me alejas de todo lo que a veces temí.

Hoy veo en mis ojos tu reflejo, el punto blanco que humede mi mirar, el brillo de mi mirada eres tú. No quiero verte de otra manera pues se perdería el encanto, no quiero verte después de soñar porque eres mi sueño, eres mi deseo. Aunque me pieda, aunque no encuentre el camino de regreso, tu estarás ahí, esperandome para darme un abrazo de bienvenida. Tu y yo, quien lo diría. Tu y yo, contemplando tu bellaza, contemplando tu ser, contemplano lo que eres para mi. Aunque la noche tenga todos grises y a veces rojizos, yo estoy acá después de mi. Te pido algo, quiero que me regales más noches así, que me regales una sonrisa para yo sonreír, que me regales un dulce para mi dulzura, que me regales un una caricia para mi ternura, que me regales amor para amar. Quiero amar, quiero amarte... La vida es amor, así me las has prensentado tú, así es lo que me dices en cada noche, cuando el viento me susurra al oido, cuando el frío cubre mi piel y cuando el cigarro se convierte en el vicio predilecto de la noche. No puedo pedirte más, no puedo ofrecerte más, me tienes, te tengo... Disfruto pensarte así como lo hago. 


La distancia


Aunque no lo sepas serás la persona que inspire mis siguientes cuentos, poemas y cartas. Me gusta saber que te gusto que soy linda para ti, eso motiva mi corazón, lo hace brincar y lo hace ser feliz. Sé que es poco, que no significa nada pero realmente me gustas. Me gusta ver tus labios y que sean una tentasión para mi y que el límite que hay para poder besarlos, no eres tú ni yo, sino la distancia. Una distancia de al menos 200 kms, donde para llegar hasta donde tu estás tengo que pasar un río que divide las fronteras, tendría que caminar durante mucho tiempo. El camino no es feo, está lleno de árboles y de vistas preciosas. El límite lo podrías poner tu aunque yo no quiero, quiero tenerte cerca y pensar que algún día estaremos juntos y tu me rodearas con tus brazos. Puede ser una ilusión, algo que quizás nunca pase, pero la verdad estoy motivada a quererte, a desarte, a verte de cerca, a sentirte.. a utilizarte en estos momentos como mi inspiración, a utilizarte para poder escribir lo que escribo ahora. No pierdo nada con sentir lo que siento, con soñar despierta, con admirar la noche acá y tu allá. Observa la luna, cuando la veas así, de redonda, brillante y hermosa es porque cuida los amores lejanos, los amores distantes, los amores que se quieren y se atraen. Cuando la luna sea luna nueva, a pesar de no verse, de no mostarse publicamente ante los ojos humanos, ahí está... velando por la noche, velando por los sueños, cuidando del amanecer, cuidandose del día, cuidandose del sol. Las demás lunas de las dedicaré estando acá, te las dedicaré pensando en ti, observando hacia el cielo, contemplando su infinitud, conteplando cada estrella, intentandolas contar.

Cuando escuches el sonido del viento cerca de tu oido piensa que te envío un susurro, piensa que el viento es amigo mio y que me hace un favor. Piensa que la naturelaza está de nuestro lado, que lo bello que puedas ver cada día es porque el amor habita ahí en ellos, habita en las raíces, en las copas de los árboles, en el tronco, en el verde de las hojas. Te regalan amor para que sientas amor, te regalan tranquilidad para que sientas tranquilidad, te regalan la armonía de vivir en serenidad. Acá de mi lado también hay árboles de distintos tamaños, también hay hojas verdes y troncos gruesos y delgados. Así pienso yo cada vez que los veo, te comparto lo que siento para que tu también lo sientas. Para que cada mañana sientas lo bello de la vida, de lo hermoso que es vivir con el corazón lleno de amor, con el corazón lleno de sonrisas, con el corazón querido por el mismo corazón. Sí alguna vez sientes que te pierdas, mira hacia el horizonte, encuentra el camino que te lleva donde el cielo se confunde con el mar, donde el cielo le toca, le abraza, donde se hacen uno y se pierden para la vista humana. Encuentra el camino quizás algún día nos encontremos en el horizonte y veamos el atardecer sentados frente al mar. La luz anaranjada del sol iluminará tu cabello, tu cara, tus ojos y yo pierda la mirada viendote, contemplano tu piel, tus labios, tu nariz... así seá aquella tarde en donde ante de marchar, sólo pensamos en volar. En conocer el mundo de la manear más sencilla, sin proecupaciones, sin penas, sin pensar en el olvido.

miércoles, 17 de julio de 2013

Mujer de la noche

Hoy te vi como aquella vez...
Con la mirada perdida, viendo al horizonte. 
Te miras así, desnuda y vacía, 
por qué y para qué. 

¿Conocerás el amor? Quizás si. 
Pero con otro nombre, otros significado. 
Tu cuerpo es una historia de tu trabajo, 
desgastado un poco más cada día. 

Hay más camas que nombres en tu vida, 
hay más hombres efímeros que uno solo. 
Tu vida es un desvelo 
y tu cuerpo muestra las huellas de tu trabajo. 

Tu piel es suave, por que así se exige también, 
un negocio bueno para ofrecer. 
Un medio por el cual eres mujer, 
un bien para quien lo quiera. 

¿Qués es tu cuerpo?
En lo físico es bonito, en la vida, no lo sé. 
Eres bella aunque sufras por dentro, 
aunque llores algunas veces. 

¿Es un trabajo o una necesidad tu profesión?
Porque no lo haces por placer ni por querer. 
Supongo que a veces lo deseas
y a veces lo desprecias. 

La ropa es un disfraz, no eres tú. 
Desnudarte es fácil... conocerte complicado. 
Y sí pides un beso, recibes algo más. 
se adueñan de ti por el dinero que puedes pedir. 

Tu memoria se desgasta, tal vez por el oficio, 
por querer ser valorada y no deseada. 
Tus piernas evocan una atracción, 
que termina con el por qué de ofrecerte. 

¿Te comprendo? Claro que si, 
es un trabajo duro como cualquiera. 
Una profesión particular, 
nocturna y frágil. 



Un diálogo sin sentido

- Te recuerdas de aquel día, cuando nos juntamos en la parada de bus, la que está debajo de la pasarela. Cuántos años han pasado después de eso, ahora ya no tienes pelo, te has quedado calvo y eso que no fueron muchos años atrás. Recuerdo que fue cuando tenía unos 26 años, yo regresaba de mi clase de pintura. Ese día fue cuando en España estalló una bomba en un bus del centro de Madrid, lo recuerdas ¿verdad? Como no olvidarlo, si tu primo murió por ello, que lo siento. Me recuerdo de él a veces y una vez que viaje a España, no fue a Madrid, fui a Cataluña… Que hermoso ese lugar, viví unos años allá antes de conocerte, antes de enamorarme de ti. Pero bueno, cuéntame de tu vida, qué has hecho, te has casada, tienes hijos, cuéntamelo todo que quiero saber de ti. Yo sé que para ti no tiene sentido el hablarme, pero si nos hemos encontrado es porque algún momento te volvería a ver y resulta que ese momento es hoy. Dime qué es de tu vida, en qué trabajas. Sigues trabajando como jefe de la gerencia de la empresa de tu padre o ya te has cambiado de trabajo. Para serte sincera nunca me gustó lo que hacías, tratabas mal al personal. Me recuerdo de Doña Regina, la señora que limpiaba los baños. Recuerdo el día que le gritaste enfrente de mi, ese día empecé a quererte menos, te habías olvidado de ti, habías olvidado como fue que tu padre empezó con la empresa y cómo vivías cuando tenías siete años. Lo recuerdo bien porque tu mamá me contó la historia y quede sorprendida. Pero bueno, eso no importa, espero que ahora seas mejor persona.


- No digas nada más por favor, se supone que ya habías olvidado todo eso. Esta bien, te contaré sobre mi vida pero antes dime una cosa, qué fue de aquel amigo que tenías que se quedaba de vez en cuando en tu casa cuando venía a Buenos Aires. Aquel amigo que tenía el pelo de color zanahoria, con los ojos verdes y de tez blanca. Me contaste que venía de Holanda pero una vez hablé con él y resulta que venía de Irlanda. No sé si confundiste los nombres de los países o quizás no lo conocías tanto como me habías dicho. Por eso pensé mal, sentía celos y no te creí.


- La verdad no sé de quien hablas, conocía a tantas personas antes de irme de acá, que no estoy segura. No sabía que habías sentido celos, te miras una persona muy racional y además pensaba que confiabas mucho en mi. Pero resulta que eres un ser humano aunque algunas veces lo trates de ocultar. No te estoy diciendo nada malo, no lo tomes por ese camino. Sino que sencillamente me caía mal esa parte de ti, como te lo dije antes. Te conocí de una manera y al final de nuestra relación eras todo lo contrarío, supongo que el dinero te cambió, te hizo ser quien eras en aquel momento. Aunque viéndote ahora, me doy cuenta que nos cambiado mucho y que tus gustos son más caros. El reloj que traes, ¿cuánto te costó?, sé que ha de haber sido mucho. He visto el anuncio de ese reloj aquí y es mucho dinero. Los relojes son importantes para la vida de algunas personas, pero el que tienes muestra el puesto que tienes o que tenías en la empresa de tu padre. A mi nunca me gustó usar reloj siempre anduve confiando en mi memoria, algunas veces funcionaba bien y otras cuantas no. Te recuerdas el día que me fuiste a traer al parque porque se me había olvidado que tenía que estar en la casa a las cuatro porque llegaría tu familia para la cena de compromiso de tu hermano. Fue chistoso, a mi me pareció así. Tú estabas molesto conmigo, pero en la noche te reías conmigo por lo que había pasado. Tenías suerte porque ese día cargaba el celular conmigo, en la bolsa pequeña que siempre usaba y que la tenía sobre mis piernas porque estaba leyendo un libro. Con tu mirada me doy cuenta que si lo recuerdas, pero no te preocupes ahora uso una agenda y apunto todo lo que tengo que hacer, las citas importantes del trabajo y algunas veces las reuniones familiares. Ya no quiero que me pase lo que me pasaba, así que he puesto de mi parte para que no volviera a ocurrir. Algunas veces es difícil darse cuenta de los errores de una misma, pero tuve muchos problemas hace unos años porque confiaba mucho en mi memoria, pero ahora ya aprendía. Resulta inimaginable todo lo que la vida te puede enseñar en tan poco tiempo, pero aún así me ha gustado mi vida, aprendía mucho y también he detestado muchas cosas, personas y situaciones. Hubo un tiempo que maldije  a los hombres y en lo único que pensaba era como lograba casaquerme a una chica que conocí en un bar gay, un domingo por la noche. Salí con ella pero cuando me habló dejó de gustarme. Me sentí saliendo con Federico, uno de mis exnovio antes de ti. Decía tonterías, estuvimos hablando del caso de Mazariegos, pero la verdad no sabía nada. Decía nada más lo que se escuchaba en el medio común y no profundizaba en nada. Aunque no había que pensar mucho sobre la conclusión del caso, pero si sentía muchas ganas de reír esa vez que habló… Además que su voz parecía a la de un pato cuando está en el estanque dándole de comer a sus hijos patos.  Pero me alegro de verte contento, dime entonces sobre tu vida, tu familia, sobre ti.


- Qué puedo contarte, la verdad no mucho. No he cambiado, sigo trabajando en la empresa de mi padre y seguramente sigo siendo la misma persona o para ti, peor. Me he casado tres veces, tengo siete hijos. Con la última mujer con quien me casé, me divorcié y me que con la hija que tuvimos, le gane la custodia porque dije que ella era lesbiana y que en la casa donde vivía era de su novia. Le di dinero al abogado de ella para que el día del juicio metiera las patas, y así quedarme con mi hija. Entonces, así como lo escuchas es como vivo mi vida. Cambie mucho, si, tal vez por el dinero o por intentar ser una de las personas más importante en el mundo de los negocios.  


- Me lo imaginaba, se nota lo altanero que puedes ser, lo tienes en potencia. Seguramente sigues viendo a las mujeres como un objeto, como que valen la pena cuando cumplen algún tipo de necesidad que sientas. No te lo tomes a mal, pero me alegra mucho haberte dejado. Si hubiera seguido contigo no sería la mujer que soy. Yo no tengo hijos y creo que esa etapa femenina no pasará por mí. La verdad prefiero ver todas las noches hacia el cielo y pensar en mí, darme cuenta de lo que he hecho de lo que aún me hace falta por hacer. No quiero sonar mal, pero me agrada verme y darme cuenta de lo que soy. Algunas veces hago un autoanálisis de mi persona. Te puedo decir que me siguen enamorando las flores, especialmente los girasoles, sigo escribiendo cuentos y sigo pensando en muchas cosas que tu ya sabes. Superarte fue fácil, cuando necesité de ti nunca estuviste, ni durante ni después de la relación, no supe realmente lo que me entretuvo en ti pero me alegra haberte dejado. Fui feliz y sigo siendo feliz. No me he casado, sigo enamorada de mi sueño, un sueño interno y cuando te lo intenté me di cuenta que iba a cometer un error grave en mi vida. También quise que fuéramos amigos, pero me di cuenta que no valías la pena, los amigos son las personas que siempre están ahí para ti en determinado momento y esa oración no aplicaba en ti. Te recuerdas de Carmelo, el chico de la barba con forma de panal, ha sido a la única persona que le sigo hablando después de tres años de relación. A ti te hablo ahora y eso porque te encontré en la librería y porque no tenía nada más que hacer el día hoy. Supongo que a ti te da igual, todo te da igual desde que te conozco. Lo que pensé que fue amor seguramente fue una necesidad que sentía y que solamente yo podía llenarla, me equivoque al pensar que tu podrías hacer eso.

- No te preocupes en decirme algo más, eres así y por eso estuvimos juntos. Acércate, te daré otro abrazo de despedida. Al final las mujeres como tú son únicas, cuando quise decirte lo que sentía al despertarme cada mañana y verte, me di cuenta que ya no quería estar contigo, que ya no quería perseguir tus sueños ni tus anhelos. Quería dejarte pero me dio pena, sentía que te debía mucho porque tú eras la quien aportaba más. Hasta jugué con mi mente para engañarle y  seguir la relación contigo. Pensé que así podría devolverte algo y que al final tomarías una decisión. El tiempo pasó y seguíamos juntos y yo menos te amaba, menos quería sexo contigo. Verte desnuda me daba igual, ya sabía donde estaban tus lunares, tus manchas “secretas”, ya reconocía el mapa de tu figura, no sentía alguna atracción. Siempre has sido bonita pero no me quedaba nada para la imaginación. Jamás dejaste tu libertad, nunca te quedaste sola, la soledad no la conoces ni la has experimentado. Quizás eso fue lo que me hacía tambalear y por eso te castigue. Nunca sentí que te lastimaba porque pensé que tú ya andabas con alguien más y no sabía que esperabas para dejarme. Estaba harto de tu olor, de tu pelo, de tus cabellos en el desagüe, de ver tus cremas junto a mi ropa,  de que me hablaras sobre tus amigas, sobre tu trabajo, ya ni atención recibías de mí. Así que espere a que te dieras cuenta que nuestra relación no valía la pena. Te tardaste un poco más de lo que había supuesto, pero quizás fue porque estabas enamorada de mí. Lo siento, no quiero que te sientas mal pero solo quería estar solo, jugar con las mujeres y en algún momento de mi vida morir. En estos momentos lo que espero es mi muerte como parte del proceso de la cadena alimenticia. Algún día seré alimento de algún animal o ave. Así que no te preocupes, te daré tu abrazo y ya no tienes nada más que decir ahora que sabes la verdad.

- Me alegra saber que te deje. No vales la pena y tampoco quiero algo de ti, no lo acepto porque tenga  orgullo, sino que no lo necesito. No sé que es, pero estoy segura de que no lo necesito. Me di cuenta de ti y tus emocione el día que llegaste a donde trabajo y te vi.

Se abrazan, se dan un beso en la mejilla cada uno. Se despidieron y cada quien toma su camino, él hacía el sur y ella hacía el norte.

martes, 16 de julio de 2013

Sin noche ni día

Y sin desearlo ellos se vieron a los ojos y se perdieron en el mar de la noche, en el sueño de la voz de la memoria. Quien diría que la luna sería el testigo de aquella unión, en donde los anhelos serían el momento que el tiempo les robo, que les quito de la mesa para colocarlo sobre el sillón de la sala. Casandra le dijo a ella, no temas las voces que escuchas no son ciertas, vienen del sótano de la casa… desde hace años que están aquí conmigo, no temas, dame la mano y bailemos la canción que suena en la radio. Sólo quiero verte a los ojos, observar tus labios y de vez en cuando sacarte una sonrisa. No quiero que pienses que te quiero, no es así, no quiero que pienses que te amo, tampoco es eso… Simplemente quiero bailar contigo, rozar mi mano en tu piel y seguir soñando. No sientas nada, el sentimiento es ajeno a este momento, es ajeno al tiempo en el que vivimos ahora. Luego podemos bajar a la playa y caminar en la arena, el sol no está, se ha ocultado, la noche lo quito del cielo y por eso podemos estar ahí, sintiendo la brisa del mar. Tampoco nos metamos, puede ser un gran problema, nos podemos ahogar y quizás tú mueras. Yo puedo nadar bien, hace años que nado todos los días, puedo hacer todos los estilos que hay y que te enseñan en las clases, así que me preocuparía por ti y no quiero sentir eso tampoco. No quiero sentir nada, sólo quiero saber que estamos juntas y que la vida así lo quiso y por eso compartimos el tiempo.

Espero no te sientas mal, no quiero arruinar el momento. Disfrutemos de esta bebida que mi mamá me trajo el último día de la visita a la casa, fue a Nicaragua y lo consiguió bien barato. No lo esperaba, ella no bebe pero me regaló dos botellas grandes, no fueron de las pequeñas sino de las grandes, de las que tienen el tapón rojo. No quiero que huelas la bebida, no es bueno para los pulmones, se pueden contaminar con el alcohol, mejor solamente bebamos y pongámonos bolas. Tal vez así disfrutes más la música, la puedo cambiar, puedo colocar la música que siempre escuchó, pero no quiero. Quiero que suene algo diferente, quiero recordar el momento con una canción diferente, quiero seguir pensando que estamos del otro lado del mundo, del otro lado de la pared de mi casa, del otro lado del patio. No sé si pueda ser así, pero tampoco quiero pensar en ello, sólo quiero ver tu rostro, sólo quiero ver la luna iluminando nuestro brillo de los ojos, tal vez te cuente también el porqué de mi nombre. No fue el nombre que mis padres me dieron, sí es que alguna vez los tuve. Me lo cambié hace unos años atrás, no era porque no me gustara el nombre, sino que me gustó llamarme Casandra y decidí cambiármelo. No tiene nada de malo, tampoco lo pensé mucho… regularmente no pienso las cosas que hago, en lo que sí pienso es sobre la naturaleza, el universo y porqué hay gente que cree en Dios. Algunas veces pensar en la religión o en Dios atrofia los pensamientos y dejan de ser puros, sería como hervir el agua o filtrarla para poder beberla. Aunque beber agua que no es pura puede arruinar nuestra salud, sigue siendo una confusión para muchas personas y tal vez así lo tomes en este momento, pero no es confuso. Simplemente se llega a la conclusión de que no existe y quizás luego no piense en nada, sino que sencillamente deje la vida ser tal y cual es. Aunque sí me gusta saber el porque de las cosas, hace poco me enteré porque es falsa la idea de que solamente usamos el 10% de nuestro cerebro o que si uno se traga la goma de mascar el cuerpo se tarde siete años en digerirlo. Hay mitos que la gente cree como cierta pero no sabe que es falso, son mitos como lo son las historias de la Biblia. Lo tomo como mitos históricos que dan una explicación sobre la creación del ser humano.

Hablando sobre el ser humano, que a mi me parece asombroso y estoy enamorada de él, me he dado cuenta de su complejidad y de lo que puede hacer con tampoco. Recuerdas la película de Gran Torino, cuando muere Walt o no recuerdo bien su nombre, porque lo matan y no cargaba alguna arma, pues en ese momento lloré y olvidé lo que estaba pensando antes. Así es como uno se da cuenta de algunas situaciones que pasan en la vida, que son más serias en comparación a los problemas que podemos tener en un momento determinado. Pero bueno, no te quiero abrumar… dame tu mano, la colocaré en mi pecho para que puedas seguir mis pasos… ¿estás sonriendo?, ¿te gusta? –si, a mi también me gusta. Es como si flotara en una nube o como si volara en la alfombra mágica de Aladino. No mires para atrás puedes atraer aquellos momentos que queremos olvidar. Cuéntame algo, sobre lo que te ha pasado en esta semana, podemos hablar recio si quieres, también podemos gritar… También podemos girar en círculos mientras suena la música, me alegre haberme encontrado contigo. Quien diría que aquella tarde en el bus te hablaría y conseguiría tu número para poder llamarte y así reunirnos. Me calló mal cuando te quedaste dormida un rato y era el momento que había decidido hablarte. Imagina que no lo hubiera hecho, no estaríamos juntas ahora. Pero también podría estar con otra en este momento, pero ahora eres tú y me gusta, me agrada y me agradas. Tengo clara la mente, quizá el ron este empezando a hacer afecto en mi cuerpo, me llaman las olas, quiero nadar… ahora que la música suena así, giremos así la música se siente diferente, ¿lo sientes?... yo si lo siento así, me llena el alma y el calor llega a mi, ya no siento frío en mis manos, ¿lo sentiste cuando toque tu mano?, discúlpame por eso.

Generalmente mantengo mis manos frías, dicen que es por las pocas calorías que consumo, pero creo que es una enfermedad o algo metabólico, hace unos años leí sobre ello porque me preocupaba. Pero ahora ya no me preocupa y por eso no recuerdo la explicación que encontré, tan bonito que es leer y darse cuenta de lo que uno no sabía. Siempre me pasa eso cuando leo inclusive sí leo un libro de literatura. Dicen que leer libros de literatura es como si vieras una telenovela mexicana, pero no pienso así. Los libros constantemente me impresionan y pasa lo mismo con las películas. Una vez hasta llegué a sentir un retorcimiento de vísceras por la injusticia en contra de un hombre que no hizo nada, sino quien ocasionó el daño fue una niña linda que tenía cinco años. También me pasó lo mismo con un niño de doce años, creo que después de eso empecé a detestar un poco más a los niños. Mi trabajo a veces me obliga a convivir mucho con ellos, pero lo soporto porque es una hora y si es mucho son dos horas, no comprendo porque a veces se ven tan bonitos pero ya de cerca y muy de cerca son desesperantes. Me dicen que yo sería una gran madre, pero ahora no lo pienso así, hasta huyo de ellos y tampoco quiero quedar embarazada. Hace un tiempo si quería ser mamá porque andaba enamorada, pero que bueno que no pasó. Sino ahora no podría estar contigo, disfrutando el momento… 

Obviamente me recordaré de ti en el futuro, de tu rostro, de tu pelo, de la ropa que tienes ahora. Yo habría querido usar un vestido que vi en una vitrina, me gustó mucho y me lo probé. Me quedo bien, lo quise comprar pero no tenía dinero y  mi tarjeta de crédito estaba topada. Tengo otra tarjeta pero la banda se mojó y tampoco la podía utilizar ese día que me probé el vestido, quizás el siguiente mes este en venta todavía y yo lo pueda comprar. Me quedo bien, me sentía bonita y que le gustaría a muchos hombres, pero realmente pensé en que lo utilizaría para bailar ahora contigo. Tomando tu mano, no tengas miedo tampoco seas tímida, quiero que disfrutes el momento y si no lo vuelves a hacer y te casas, pues habrás tenido una buena experiencia. Hay gente que termina así su vida sin tener muchas experiencias y luego supongo que es esa la razón por la cual se separan y se divorcian. Para mi eso sería frustrarte, pero cada quien vive su vida a su manera y si a ese tipo de gente le gusta, pues está bien. Además piensan que están haciendo algo con su vida, pero yo no pensaría así. Yo tengo mi propia vida que me ha costado bastante pero soy feliz con ella también. Apreció todo lo bueno y lo malo que me da porque sino no podría comparar qué es bueno y qué es malo. Usualmente pienso así, hasta hubo un tiempo que pensaba mucho en el humanismo para poder refutar el humanismo vrs. la moral. No sé porque la gente cree en la moral, es lo mismo que el libre albedrío, es determinista. Me alegra no pensar así, pero dame tu mano… corramos hacia la playa, no está lejos. Está a cinco minutos de donde estamos ahora. Mira las estrellas, siempre he pensado que son los lunares de la noche, como los vestidos azules con lunares blancos. Esos vestidos son bonitos, así pienso que es la noche, el vestido es de color negro-gris y las estrellas los lunes del vestido. ¿Tú qué piensas de la noche? Verdad que es bonita si una no tiene sueño porque de lo contrarío no la contemplarías como lo haces ahora. La la larala larala, esa parte de esa canción me gusta mucho, la la larala lala lalalalalalalaaaaaaaaa laa larala la rala, ¿te ha gustado? Si, que bueno... esa parte de la canción me hace pensar que estoy caminando sobre el mar y no me ahogo y tampoco se hunden los pies, están sobre la superficie… Pero bueno, vamos, corramos y lleguemos al mar, quizás ahí sí sienta algo y cambie mi parecer sobre no sentir nada, no me puedo cerrar a los sentimientos, quizás si no fuera porque mañana me voy te amaría o te odiaría. Inclusive te dejaría de hablar porque no tendría sentido continuar con la relación si una de las dos personas así lo decide. Pero bueno, corramos si llegas antes que yo contempla el cielo y así cuando llegue a tu lado me cuentas lo que viste, lo que sentiste, lo que imaginaste y lo que deseaste.