miércoles, 24 de julio de 2013

La distancia


Aunque no lo sepas serás la persona que inspire mis siguientes cuentos, poemas y cartas. Me gusta saber que te gusto que soy linda para ti, eso motiva mi corazón, lo hace brincar y lo hace ser feliz. Sé que es poco, que no significa nada pero realmente me gustas. Me gusta ver tus labios y que sean una tentasión para mi y que el límite que hay para poder besarlos, no eres tú ni yo, sino la distancia. Una distancia de al menos 200 kms, donde para llegar hasta donde tu estás tengo que pasar un río que divide las fronteras, tendría que caminar durante mucho tiempo. El camino no es feo, está lleno de árboles y de vistas preciosas. El límite lo podrías poner tu aunque yo no quiero, quiero tenerte cerca y pensar que algún día estaremos juntos y tu me rodearas con tus brazos. Puede ser una ilusión, algo que quizás nunca pase, pero la verdad estoy motivada a quererte, a desarte, a verte de cerca, a sentirte.. a utilizarte en estos momentos como mi inspiración, a utilizarte para poder escribir lo que escribo ahora. No pierdo nada con sentir lo que siento, con soñar despierta, con admirar la noche acá y tu allá. Observa la luna, cuando la veas así, de redonda, brillante y hermosa es porque cuida los amores lejanos, los amores distantes, los amores que se quieren y se atraen. Cuando la luna sea luna nueva, a pesar de no verse, de no mostarse publicamente ante los ojos humanos, ahí está... velando por la noche, velando por los sueños, cuidando del amanecer, cuidandose del día, cuidandose del sol. Las demás lunas de las dedicaré estando acá, te las dedicaré pensando en ti, observando hacia el cielo, contemplando su infinitud, conteplando cada estrella, intentandolas contar.

Cuando escuches el sonido del viento cerca de tu oido piensa que te envío un susurro, piensa que el viento es amigo mio y que me hace un favor. Piensa que la naturelaza está de nuestro lado, que lo bello que puedas ver cada día es porque el amor habita ahí en ellos, habita en las raíces, en las copas de los árboles, en el tronco, en el verde de las hojas. Te regalan amor para que sientas amor, te regalan tranquilidad para que sientas tranquilidad, te regalan la armonía de vivir en serenidad. Acá de mi lado también hay árboles de distintos tamaños, también hay hojas verdes y troncos gruesos y delgados. Así pienso yo cada vez que los veo, te comparto lo que siento para que tu también lo sientas. Para que cada mañana sientas lo bello de la vida, de lo hermoso que es vivir con el corazón lleno de amor, con el corazón lleno de sonrisas, con el corazón querido por el mismo corazón. Sí alguna vez sientes que te pierdas, mira hacia el horizonte, encuentra el camino que te lleva donde el cielo se confunde con el mar, donde el cielo le toca, le abraza, donde se hacen uno y se pierden para la vista humana. Encuentra el camino quizás algún día nos encontremos en el horizonte y veamos el atardecer sentados frente al mar. La luz anaranjada del sol iluminará tu cabello, tu cara, tus ojos y yo pierda la mirada viendote, contemplano tu piel, tus labios, tu nariz... así seá aquella tarde en donde ante de marchar, sólo pensamos en volar. En conocer el mundo de la manear más sencilla, sin proecupaciones, sin penas, sin pensar en el olvido.

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