Quieres que te cuento un cuento, no te preocupes, no será muy largo ni muy corto. Así como dicen las costureras será a la medida perfecta. Quizás dos o tres partes no te gusten mucho pero te gustará el final, eso si te lo puedo asegurar.
Has pensado más de alguna vez, cuando observar hacía el cielo, las líneas que se forman. Esas líneas que parecen mostrar el camino de un meteorito cuando cae hacía la tierra. Te has puesto a pensar que puede ser que sea un camino.
Hace no mucho, cuando andaba en el bosque negro encontré un cofre de madera. Estaba escondido entre las raíces de un cedro, lo levanté. Lo tome con mis manos como si fuera un tesoro, alguien lo había dejado ahí y así por algún motivo.
Lo abría y ¿adivina que encontré dentro del cofre? ¡un mapa! Puedes creerlo, verdad que no. Ni yo lo creía en el momento pero era cierto. El papel estaba húmedo, carcomido por la polillas supongo. Lo saque cuidadosamente y mostraba la imagen del cielo pues había muchas nubes dibujadas.
Intenté interpretarlo y mostraban esas líneas que se forman en el cielo, de las que te he contado. Sí quieres, vamos a mi casa y buscamos el mapa. Tal vez nos volvamos millonarios y ya no tengas que trabajar vendiendo periódico por las mañanas.
Te imaginas, tú y yo en Acapulco. Sentados frente al mar, dejando que el sol nos de un poco de color... La piel bronceada está de moda y no tendría que ir a un spa para pintar mi piel, sería gratis. Te imaginas todo lo que podríamos hacer.
¿Qué piensas? Me acompañas, ¿vamos? No perderías nada, tal vez solo la ilusión sino encontramos el tesoro. Pero no nos salemos antes de tiempo. Estoy segura que seríamos famosos, quizás más famosos que ese actor americano Tom Hanks o más famosos que mi músico favorito, Johann Johannsson.
Yo sé que te gusta la historia, te lo comenté al principio. Vamos, vamos, no pierdas el tiempo...
- Vamos pues, nunca he estado en Acapulco y tienes razón sobre la piel bronceada, está a la moda.
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