Sabes, me enamore de ti el día que nuestras miradas se cruzaron y todo quedo entre nosotros.
Recuerdas que nos besábamos, compartíamos caricias y abrazos y de vez en cuando nuestras pieles desnudas se saludaban. Me dabas la mano y no hacía falta nada. Más que besarnos, tenernos, me dabas tu mano y eso era amor para mi.
Eres la causa de la mayor crisis de mi vida, te lo digo sin pena alguna, estoy enamorada de ti. Te señalo porque en tu ausencia, extraño tu voz, tu persona, tu ser y tu amor. Ahora comprendo que una gran felicidad causa también una gran tristeza y que extrañarte te dio la bienvenida en mis insomnios.
Te relato mi duelo porque lo único que me sanaría es enlazar mi mano junto a la tuya y que me compartas el néctar que guardas en tus labios. Sino llegará a recuperarme, ten por seguro que estarás presente en mis pensamiento. Sí me sano es porque entendiste que no se explica el amor y le permitiste que te invadiera sin entrar en pormenores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario